12 abril, 2011

Hugo, te puedes quedar con las ganas.

Te puedes quedar con mil himnos y más,
con los versos que quieras recitar en torno a tu ego,
y con las melodías que desees mal cantar
en tus tortuosas alocuciones.
Yo me quedo con mi gloria al bravo pueblo,
lleno de letras en tu contra
y de hermosas notas libertarias.

Te puedes quedar con todas las banderas
y cubrir con ellas a los muertos de tu desgobierno.
Yo me quedo con mi estrellado tricolor,
porque en él llevo a cuestas
la vida que aún le sobra al pueblo
que anhela con pasión tu ausencia.

Te puedes quedar con tantas almas
como puedas comprar o robar, de acuerdo al caso.
Pero el alma llanera es mía
y ni siquiera te la presto.

Te puedes quedar con un par de cuadros de Bolívar,
o diez, o veinte cuadros de Bolívar
y unas cuantas esculturas con su caballo y su plaza.
Pero el libertador es de una historia
que no te pertenece
aunque intentes invadirla constantemente,
porque tú, quiero que lo sepas,
sólo eres y serás un error de imprenta
en los libros de mi hijo.

Te puedes quedar con un museo,
yo me quedo con Sofía.

Te puedes quedar con un teatro,
yo me quedo con Teresa.

Te puedes quedar con un cerro,
yo me quedo con el Ávila.

En definitiva, Hugo, te puedes quedar con el país,
pero nunca con la patria,
porque en ella vivimos, para tu infeliz sorpresa
para todos los venezolanos que no te queremos.
La patria es un sentimiento, no un espacio,
y por lo tanto, es infinita y viaja con uno,
llora con uno y festeja con uno.
La patria me toca a mí!!!!!!

Tú, mi despreciado y siempre desubicado Hugo,
te puedes quedar con las ganas.


Los venezolanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente escrito de verdad me gustaria conocer a la persona que escribio este!!!! Hasta cuando vamos a tener a este cretino en el gobierno destruyendo a nuestra Venezuela....