Henrique
Capriles nació en Caracas, el 11 de Julio de 1972 (durante el primer gobierno
del copeyano Rafael Caldera), en el seno de una familia vinculada al sector
empresarial y productivo del país. Henrique creció en un fortalecido y
armonioso entorno familiar que tuvo gran peso en lo que es su formación y
consolidación de valores. Tiene dos hermanos, unos sobrinos que son
prácticamente sus hijos, y unos padres que se esmeraron mucho en darle la
educación que va más allá de la escuela y de la calle. Lleva el mismo nombre de
su padre, Henrique Capriles García, quien es descendiente de una familia de
judíos sefardíes de Curazao, isla que se encuentra a tan solo 50 Km de la costa
occidental venezolana. Su abuelo paterno, Armando Capriles, fue un gran
emprendedor en materia industrial y comercial, dejando como heredero y
encargado de parte de estos logros al padre del hoy candidato presidencial.
Pero no sólo padre y abuelo han consolidado de manera exitosa los frutos que
hoy cosechan los Capriles. Esta familia es bastante conocida en Venezuela por
la influencia de muchos de sus miembros, vinculados de manera importante al
periodismo, al deporte, al espectáculo, al sector empresarial, e incluso al
mundo de la política, por lo que Henrique no es el Capriles pionero en estas
andanzas.
Por
su parte, la madre de Henrique, Mónica Radonski Bochenek, también tiene raíces
judías y llegó a Venezuela huyendo de la persecución que vivió su familia
ruso-polaca durante el holocausto en la Segunda Guerra Mundial. El apellido
Radonski es de más reciente data en Venezuela, por lo que no está tan arraigado
como el apellido paterno del hoy candidato presidencial. Los primeros Radonski
en el país fueron los abuelos de Henrique, y a pesar de que no son tan
conocidos como los Capriles, también han cosechado importantes logros (en el
mundo del cine) en relativamente poco tiempo. De la familia materna hay que
destacar necesariamente la admiración y el cariño de Henrique por su
abuela, Lili Bochenek de Radonski a quien el candidato presidencial menciona
con particular frecuencia en algunos discursos y comentarios, mostrándose muy
conmovido por su recuerdo. Afirma que ella es la luz que lo guía desde el
cielo, y de ella admira enormemente que en las historias narradas sobre la
desagradable estancia en el guetto de Varsovia jamás consiguió lágrimas llenas
de rencor ni de odio. Confiesa que Doña Lili le enseñó a luchar por la vida y
gracias a esa enseñanza ha tenido la fuerza para aceptar enormes desafíos,
entre los cuales se encuentra el más actual: la obtención de la Presidencia de
la República Bolivariana de Venezuela.
Es por esto que su
carrera política, como es fácil deducir por su corta edad, comenzó desde muy
temprano. Pero ¿qué es lo que lleva a Henrique a dedicarle su vida a lo
público? La pasión de Capriles comenzaba a manifestarse desde que era muy
pequeño, según sus propias declaraciones y las confesiones que su madre ha
hecho en distintos programas de televisión, el más reciente con motivo de la
celebración del día de las madres. Cuenta que Henrique a los 11 años de edad le
aseguró que al cumplir los 18 se iría a inscribir en un partido político. El
propio candidato relata que cuando era niño veía la política “como quien ve los
toros desde la barrera”, pues preveía su participación en las cosas públicas
como algo lejano pero que llegaría algún día. Para él, la política es el
espacio para lograr las transformaciones que se necesitan para beneficiar al
pueblo, y la visión que tenía en la niñez sobre su participación no tardó mucho
en concretarse y volverse una tangible realidad.
En 1998 (con 25 años
de edad) resultó electo Diputado al Congreso de la República en las elecciones
parlamentarias. Posteriormente y por consenso fue nombrado Presidente de la
Cámara de Diputados y Vicepresidente del Parlamento (para aquel entonces
Venezuela constaba de un Poder Legislativo con sistema bicameral). A pesar de
que muchos políticos y diversos sectores mostraron preocupación por su corta
edad para asumir la responsabilidad que implicaban estos cargos, Henrique logró
convertirse en el venezolano más joven en la historia democrática del país en
ejercerlos. Sin embargo, su experiencia fue breve, en tanto que su ejercicio
legislativo se vio mermado por la disolución del Congreso Nacional por la
Asamblea Nacional Constituyente que tuvo lugar en 1999.
En el año 2000
participa en la fundación del partido político Primero Justicia por el cual es
candidato presidencial hoy en día. Formó parte de la Dirección Nacional del
mismo, pero debió separarse de dicho cargo en el momento en el que se involucró
en el ejercicio de cargos públicos, tal como su desempeño como Alcalde de
Baruta, espacio que ha sido para Henrique lugar de nacimiento y de crecimiento
personal y político, por lo que se cristaliza dicho espacio como el sitio
natural para desarrollar sus aspiraciones políticas.
Este municipio
pertenece al estado Miranda, pero forma también parte del Distrito
Metropolitano de Caracas. La Alcaldía de Baruta fue, sin duda, una escuela de
política (y sobre todo de gobierno) para Henrique Capriles, en la cual aparecen
como significativos dos aspectos. En primer lugar, que Henrique resultó electo
por el 63% de los baruteños, con una victoria contundente que le permitió
gobernar en una primera oportunidad. Y en segundo lugar, que logró la
reelección en el año 2004, siendo esta la primera vez que un Alcalde de este
sector resultara reelegido. Henrique habla con mucho cariño y orgullo de su
experiencia en la Alcaldía, pues afirma que desde este espacio la gran
responsabilidad es resolver problemas y ayudar a las personas, siendo así la
figura del Alcalde “como la de un conserje” que trabaja por y para su
comunidad.
Antes de mencionar un
hecho que impactó de manera contundente la vida de Henrique resulta oportuno
destacar algunas similitudes y paradojas entre éste y Chávez. Estas han sido,
por diversas razones, motivo de comentarios entre los venezolanos. Comenzando
por la coincidencia en las siglas de sus nombres (HC: Hugo Chávez y Henrique
Capriles) hasta llegar a la prisión, lugar donde ambos pasaron un tiempo aunque
por distintas cuestiones. Mientras Hugo Chávez estuvo preso como consecuencia
del fracasado golpe de Estado al ex Presidente Carlos Andrés Pérez, Henrique
estuvo preso (durante su ejercicio como Alcalde de Baruta) por la participación
en unos polémicos sucesos que se llevaron a cabo en la Embajada de Cuba en
Venezuela en el año 2002 durante el Golpe de Estado que alejó a Chávez por tan
sólo horas del poder. Pareciera ser que capítulo en prisión es un interesante y
frecuente elemento en el currículum de quienes aspiran a la Presidencia de la
Venezuela democrática (con la notable excepción del ex mandatario Rafael
Caldera, quien a diferencia de Betancourt, Leoni, Pérez , Herrera Campíns,
Lusinchi , Lepage, Velásquez y Chávez Frías, llegó a Miraflores sin estancia
alguna tras las rejas)
Los mencionados
sucesos de la Embajada de Cuba que privaron a Henrique de libertad siguen
suscitando polémica al día de hoy. Cuando el Presidente Chávez sale del poder
en 2002 se presentan un grupo de disidentes al régimen frente a la Embajada
cubana (con sede en Baruta, área bajo el mandato de Henrique Capriles como
Alcalde de dicho sector). Estos grupos generaron disturbios, atentando contra
la inmunidad diplomática y los derechos humanos de personas y empleados que se
encontraban en dicha sede. Ante esta situación irregular, Radonski hizo acto de
presencia en el lugar de los hechos como autoridad para solicitar una
inspección del recinto, con el fin de verificar que efectivamente no existiese
ningún funcionario del gobierno de Hugo Chávez como asilado. Fue denunciado por
irrumpir en la Embajada de manera forzosa y cuatro meses después, distintas
pruebas lo relevan de toda acusación en tanto que el mismo Embajador cubano reconoció
que permitió la entrada del Alcalde al edificio. Estando detenido, Radonski
sentenció que seguiría preso pero que nunca podrían quitarle la dignidad.
Cuatro meses estuvo privado de su libertad, pero con ese tiempo demostró su
inocencia tras enfrentar la denuncia y ganar el juicio. Sobre este episodio el
candidato a la Presidencia de la República afirma en una de sus biografías que.
“la cárcel, cuando es injusta, pesa doble”. Sin embargo, su pasantía tras las
rejas le permitió afianzar sus principios, lo religioso, sus valores, y eso fue
lo que le dejaron esos cuatro meses que en su momento fueron una pesadilla
viviente, pero que como todo mal momento en la vida, deja una enorme enseñanza.
Tras ocho años como
Alcalde de Baruta y con la marca que exhibe -con dignidad y sin vergüenza- de
su injusta estancia tras las rejas, Henrique asume el reto que hoy día sigue
desempeñando: la Gobernación del estado Miranda, el segundo con mayor población
de Venezuela y para aquel entonces gobernado por uno de los duros del chavismo:
Diosdado Cabello. Así como la Alcaldía de Baruta tuvo su importancia y
particularidades, el gobierno del estado Miranda ha tenido para Henrique un
semblante bastante relevante, y es que a pesar de tratarse de un territorio
vinculado a la ciudad capital, es un reflejo micro de lo que significaría
gobernar al país entero y sobre todo, la evidencia de que es posible derrotar
al chavismo en su propio terreno. Para Henrique, Miranda es una “Venezuela
pequeñita, por su composición social”. Su desempeño como Gobernador ha girado
en torno a cinco ejes fundamentales: educación, salud, vivienda, empleo y
seguridad, y al momento de su juramentación afirmó haber llegado para “traer
progreso”, pues su intención era “hacer, no prometer”.
Hoy en día Capriles
Radonski es Gobernador de Miranda y candidato a la Presidencia de la República.
Ha sido, sin duda, una figura capaz de integrar y sumar a un sector que no se
considera a sí mismo como de oposición, pero que muestra descontento con el
chavismo. Son muy pocas las ocasiones en las cuales Henrique ha polarizado
directamente con el gobierno, y eso forma parte precisamente de esa estrategia
aglutinadora y hasta ahora inexistente en un país que se encuentra fuertemente
dividido. Su agenda y su discurso ya no giran en torno a Chávez sino en torno a
una oferta social y reivindicativa que ha llegado a calar en los más diversos
sectores de la sociedad. Si bien es cierto que esta agenda es común y se ha
realizado en el seno de la Mesa de la Unidad Democrática, también es verdad que
la imagen del candidato se ha prestado para, de alguna manera y por así
decirlo, vender un producto “nuevo” que representa para muchos venezolanos la
evidencia de que, tal como lo dice su lema de campaña, hay un camino a la mejor
Venezuela.
Así, con apenas 39
años de edad, el actual gobernador de Miranda es la alternativa democrática y
de progreso para un importante sector de la población venezolana. Este joven
que se define a sí mismo como cristiano, católico y mariano y que se declara un
fiel seguidor de la virgen, no sólo para llevar su imagen en el cuello, sino
para celebrar y cumplir los compromisos religiosos “por creencia profunda”, se
ha convertido en esperanza para muchos venezolanos que no comparten el proyecto
político del chavismo y que ven en Henrique la oportunidad para generar el
cambio deseado. Capriles tiene a su favor que todo lo que ha logrado en la vida
pública ha sido a través del voto y gracias al apoyo popular, y en esta
oportunidad ha decidido afrontar el más grande de los retos a sabiendas de que
este sueño lo debe construir como lo ha venido haciendo en todas sus gestiones,
“bloque a bloque”.
Es cierto que gran
parte del camino ya está transitado. Tras medirse con 5 pre-candidatos
presidenciales de la oposición (de los cuales era el más joven), Henrique tiene
hoy día una consolidada legitimidad y apoyo de la oposición venezolana tras
haber obtenido una “avalancha” de 1.806.850 votos, el 62,2% del total de
participantes en las elecciones primarias que tuvieron lugar el pasado 12 de
Febrero y que lo consolidaron como candidato unitario de la oposición.
Prácticamente la totalidad de las encuestas lo daban como ganador en este
proceso interno, siendo su principal contendiente el candidato Pablo Pérez,
gobernador del estado Zulia (estado con mayor población de Venezuela), quien
contaba con el apoyo de partidos con nutridas estructuras que, en un proceso
primario, garantizaban un alto porcentaje de votos “duros” que otorgaban
relativa ventaja sobre Capriles Radonski. Los más optimistas calculaban una
participación total en el proceso de primarias de 1.500.000 votos. Sin embargo,
aproximadamente tres millones de venezolanos acudieron a la cita electoral para
decidir quién sería el responsable de liderar la campaña contra Chávez, a pesar
de la existencia de un proyecto unitario y acuerdo mínimo común firmado en el
seno de la Mesa de la Unidad.
Pero lo más difícil
por superar aún está por venir. El candidato de la oposición venezolana se
encuentra hoy en día de segundo en algunas –polémicas- encuestas que siguen
dando ganador al actual Presidente de la República, quien atraviesa no sólo una
terrible enfermedad (de cuyo estado Venezuela desconoce los detalles), sino
también el declive y la fragmentación de un chavismo que se encuentra
atravesando tiempos difíciles como consecuencia del distanciamiento de quien ha
sido su máximo líder y fundador, Hugo Rafael Chávez Frías. Ante este escenario
y en vistas de una campaña electoral que apenas comienza y que se sabe reñida
desde los inicios, no se descarta que el joven servidor público que siempre se
ha mostrado entregado, justo, solidario, lleno de vocación y de energía para
transformar realidades y orientarlas hacia algo positivo pueda dar la sorpresa
y convertirse en el fenómeno político que viene a acabar con el status quo y a
brindar una nueva alternativa, tal como sucedió con quien en su momento fue el
fenómeno extrasistema: Hugo Chávez en 1998.
Capriles no sólo
afirma que tiene su vida entera puesta en el trabajo por Venezuela, sino que
así lo ha demostrado, y asegura con convicción que está listo para asumir junto
a todo el equipo que lo apoya el siguiente paso, que es la Presidencia de la
República. En tan sólo meses sabremos si para describir “¿Quién es Capriles
Radonski?” haría falta agregar “el Presidente de Venezuela que derrotó
electoralmente a Hugo Chávez”. Nos lo dirá el pueblo venezolano el próximo 7 de
Octubre.
Sub Secretaria Juvenil Nacional de Acción Democrática
Fuente: Fundación Ciudadanía y Valores
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