SOBERANIA, LIBERTAD Y DIOS

• El mal de nuestro tiempo es la máquina y la velocidad. La moderna filosofía demuestra éste hecho insólito pero verdadero.

Perdimos el rumbo de nuestras miserables vidas hace tiempo, un tiempo en que hemos cambiado el sentido de los valores primordiales. Los valores fundamentales de la moderna sociedad están trocados y trastocados o como se diría en la jerga moderna paloteados y trasnochados.
Vivimos el momento de la moderna Babel. Todos hablamos al mismo tiempo para no entendernos. No nos queremos entender.
Dentro de los valores de la sociedad que antes mencionaba, tiene especial preponderancia la educación y la urbanidad y ésta es la base para una sociedad bien desarrollada y mentalmente sana. Todo esto nos lleva a que un pueblo verdaderamente libre es un pueblo culto y viceversa.
En nuestros países (léase Venezuela, léase Canarias), faltan estos fundamentales ingredientes en el caldo de cultivo. Al margen original de las personalidades libre pensantes que existen y existirán en uno y otro lado, la gran masa, la masa viscosa impensante por falta de materia gris al uso mas frecuente, mas abundante, es la que ocupa los espacios “en todos los espacios”, es la permisividad y omisión de éstos individuos, los que dan origen a la autentica masa informe.
En un país donde faltan éstos elementos, es fácil y frecuente la aparición de cristos, súper cristos y anticristos, según la necesidad y el caso.
Con la aparición del Coronel Chávez en el escenario de Venezuela, se demuestra ésta tesis. Revisemos la historia reciente de Venezuela y nos daremos cuenta enseguida de que la ex colonia queda en manos de sus herederos universales y en la última centuria han arribado al país un grupo más o menos numeroso de individuos disfrazados de seudo libertadores de la patria. Algunos de éstos con más o menos mejores intenciones, otros sin embargo se les veía mejor la flor.
El resumen es que en los últimos años se sucedían los continuos cambios sin aparente mejora y sucedía lo de siempre; el pobre más pobre y el rico más poderoso. En este desierto estéril o como diría Bolívar, arando en el mar, aparece el más moderno de todos estos personajillos: Hugo Rafael Chávez Frías. Al margen de si tiene telarañas en el cerebro o no, Chávez encontró lo que buscaba, era fácil; un pueblo cansado y hambriento y el lo iba a cambiar. Como dijo una anciana hace algún tiempo, antes los políticos se comían el cambur y nos tiraban la concha. Este ni cambur ni concha, sólo hambre y plomo.
Para patentar el plan Chávez necesitó algunos ingredientes muy fáciles de encontrar: algunos “amiguitos desorientados” y algunos enemigos “mal orientados”

Se hizo amigo rápidamente de los malos, que han demostrado ser algo mas que malos, lo han demostrado de mil maneras, y los enemigos son fáciles de encontrar. Bush es el enemigo ideal, fuerte, rico, semidiós y estúpido.

Lo siguiente que habría que hacer es darle un nombre rimbombante al “proyecto”, la idea es vieja pero hay que modernizarla y/o actualizarla y como hay poca imaginación, se propone Socialismo (que es mas viejo que mear de pie) y siglo 21 que sirve de actualidad. Podría haberle puesto Comunismo 21, pero podría dar miedo, podría poner sólo 21, pero daría la impresión de que son pocos, también cabria Venezuela 21 pero parecería el nombre de una gaita maracucha. Las cavilaciones de Chávez no dan para mucho y los consejeros son pocos y malucos, así es que se concluyó en Conclave que Socialismo del siglo XXI estaba muy bien.
Que quiere decir Socialismo siglo XXI? No digas que te engañan con la frase porque está muy claramente definida: Te voy a joder como antes (socialismo) en la actualidad (XXI). No hay más filosofía que la que está escrita. A toda esta parafernalia le hace falta un ingrediente sagrado que no es Maria Lionza precisamente, ni siquiera la virgen de Coromoto porque al fin y al cabo los católicos no son todos los que están. El objetivo estaba claramente marcado, buscar un elemento lo bastante claro y sublime para todos los venezolanos y este no es otro que el preclaro y precursor de la patria venezolana que Simón Bolívar.
Con todo esto y unos pocos adeptos armados y adiestrados (bien pagados), se puede hacer dueño del país.
No hay Socialismo siglo 21, son patrañas, es un invento para engañar al prójimo. No lo hará por mucho tiempo espero.
Actualmente, aparte de muchos Rosales, necesitamos ejercer mas presión dentro y fuera del país. Lo conseguiremos.
Continuemos luchando por lo que es nuestro, por nuestras mujeres, por los hijos. Luchemos por la educación y por la libertad que heredamos de Bolívar, de Miranda, de Sucre.
Que viva Venezuela en paz.
Articulo escrito por Argelio P. "Coco"