
Ríos de gente eufórica, alegre, brincando, saltando, cantando, bailando, llorando, riendo, unidas en una sola voz: Atrévete, atrévete!, caminaron a lo largo de 26 kilómetros, sin distingo, abrazadas por la esperanza que encarna a Manuel Rosales. No importó el atuendo, ni el medio que usaron para expresarse, el rico y el pobre, el que vive en un penthouse o en un rancho fue uno solo, indiscutiblemente había un pueblo entrelazado, porque reinó la hermandad que caracteriza al venezolano, volvió la paz, la humildad, regresó y se quedó la unidad.
El nacional tricolor volvió a ser de todos, desde los balcones, los negocios, los techos de carros, las pasarelas, los cerros, desde cualquier lugar de está ciudad tan golpeada y olvidada por el actual mandato, se podía divisar la bandera ondeando orgullosa, para saludar también a Manuel Rosales, "hoy me visto de amarillo, azul y rojo, para humanizar éste símbolo que nos pertenece a todos, a toditos sin distinción. Que vea el mundo entero la verdadera posición de los venezolanos, no hay otra que la de votar sin dudas por Rosales" gritó entre la multitud Claudia Ortiz vendedora ambulante.

La gran caminata Caracas de punta a punta no terminó, así lo manifestó Juan Dorante, habitante de Petare "Como dice Rosales: No señor! esta movilización no terminó aquí, la gente va a seguir presente en las calles, somos millones de personas que forman uno, se acabó el pan de piquitos, aquí nadie más va a poner barreras entre nosotros mismos, nunca más, no más divisiones, ya Venezuela reaccionó y estrechó a sus hijos, les recordó que nos quiere a todos por igual". (Tomado de NotiTarde)
Aqui les dejo esto, "a quien pueda interesar"
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